Es una planta de la familia de las Bucephalandras. Igualmente originaria de Borneo y descubierta recientemente en el mismo hábitat. Sobre sus cuidados no os podremos contar mucho porque aún no se han tenido grandes experiencias, así que nosotros la trataremos como a sus “hermanas” las Bucephalandras con temperaturas superiores a los 20 º C sin alcanzar más de 28º C, alta iluminación (unos 0,5W por litro o más), agradeciendo pequeñas dosis de CO2 y fertilizantes para mostrar con mayor intensidad sus atractivos colores. Tolera aguas con pH entre 5 y 8 y casi cualquier GH y KH. Por lo que se las considera plantas duras y de fácil cuidado. Además son buenas enraizadoras en troncos y piedras. Son plantas de crecimiento lento, aunque si se las potencia la iluminación, con una fertilización correcta y niveles más elevados de CO2 podremos conseguir un crecimiento más rápido.